miércoles, 21 de diciembre de 2016

Viajando voy, viajando vengo.

Hoy quiero compartir mi experiencia sobre cómo ha sido viajar sin que nadie me esperara al otro lado de las puertas automáticas del aeropuerto.
El 19 de diciembre hice mi primer viaje SOLA. Yo, con mi maletita y mi cámara de fotos, sin nadie más. Siempre había visitado lugares nuevos con otras personas al lado, pero esta vez decidí probar la experiencia de viajar con mi única compañía (¡y qué mejor compañía!).

La idea surgió al encontrar un vuelo a Edimburgo más barato que el trayecto Sevilla-Madrid en bus. Como no soy de desaprovechar oportunidades, pensé que a alguien más le gustaría visitar un trocito de Escocia conmigo, pero entre amigos con excusas, trabajos o pocas ganas, me cansé de buscar acompañantes y me compré el vuelo yo. Mi idea era hospedarme en un hostal de jóvenes que me diera la oportunidad de conocer a otra gente en mi misma situación. Y así fue :) 

Entre las horas muertas entre aeropuerto y vuelo, me topé por casualidad en internet con un artículo que decía: "Nunca esperes a que alguien más esté tan motivado como tú lo estás. Cuando estés lista y tengas los medios para irte, ¡vete!". Entonces supe que lo estaba haciendo bien. No podemos esperar a la gente eternamente ni hacer que tengan las mismas ganas que tú de hacer algo. Primera lección.

Llegué a Edimburgo y he de decir que me ha parecido una ciudad preciosa. Aterricé consciente de que podía ser probable encontrar algún momento en que me sintiera sola, pero a decir verdad, he estado más a gusto que un arbusto. No le he dado explicaciones a nadie, he salido y entrado cuando he querido, he visitado lo que a mí me apetecía cuando me apetecía, me he perdido entre uno de los mercados navideños más bonitos que he visto, he hecho mis compras de navidad tomándome mi tiempo, sin que nadie estuviera esperándome. Nadie. Ni siquiera un horario fijo en el hostal. 


Mercado navideño desde el otro lado del puente


En el hostal, conocí a gente de todos lados. En la cena de mi llegada empecé a hablar con un grupo de argentinos, en el desayuno hablé con unos franceses y al día siguiente conocí a dos hermanos españoles. Ese mismo sábado noche, salimos todos juntos por Edimburgo. Un grupito que se acababa de conocer, compartiendo la vida nocturna en la capital de Escocia. Fue genial (¡a pesar del frío!). 

También hice dos free tours, donde conocí a una australiana, una brasileña y una italiana. Es sorprendente conocer la historia de cada una de las personas que coinciden contigo en el mismo lugar al azar y que vienen de cualquier parte del mundo. Me he dado cuenta de que hay más gente que viaja sola de lo que parece. Y que no, no es tan raro. Promise. 


Vistas desde mi habitación del hostal


Basta ya de tantos miedos. Que sí, que tienes que tener mucho cuidado, pero eso yendo sola y yendo con diez personas más. "¿Tú sola te vas a ir? ¡¡Estás loca!!". Me dijo una amiga. Yo no lo veo tan malo, ¿no?, ¿tan grave es?. Pensé que me vendría bien pasar unos días a solas conmigo misma, dedicarme tiempo para mí, perderme por calles desconocidas y hablar con personas que no había visto en mi vida  y que probablemente nunca más volveré a ver. Y ha sido enriquecedor. Poco a poco aprendes a hacer cada vez más cosas por ti misma.

Y hasta aquí mi "viaje de desintoxicación" de todo lo malo de 2016 (ojalá con solo un viajecito se dispersaran todos los pensamientos no deseados, ¿verdad?).

Thank you, E d i n b u r g h ! <3 


martes, 6 de diciembre de 2016

¿Ya ha pasado tanto tiempo?

Ya mismo se acaba un trimestre y como el tiempo pasa más rápido de lo que me gustaría, quería hacer un poco de balance de lo que está siendo esta experiencia. Hace nada más y nada menos que dos meses y algo que llegué aquí a intentar conseguir que los francesitos hablasen español (conseguido o no, ¡pero ah!).


El viernes que viene ya empiezan las vacaciones de navidad, que han llegado en un abrir y cerrar de ojos. Si hago memoria de cómo han sido mis primeros meses aquí (que supuestamente suelen ser los más difíciles por eso de que tienes que adaptarte y tal, pero yo no lo he notado), pesan más las cosas positivas (¿o será que la positiva soy yo, que siempre he intentado verle el lado bueno a todo?). Bref, qué bien que me dieran esta oportunidad. 

Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes,está claro, aunque la única pega así que le encuentro a esto es que me hubiera gustado que la ciudad que me ha tocado fuera más grande, pero vaya, que al fin y al cabo siempre me "busco las papas" para tener planes aquí y allá (es lo que tiene ser un poco culo inquieto, que un día entero en casa puede significar la muerte a pellizcos). 
De todos modos, pasar otro año fuera de tu país significa conocer, viajar, visitar, encontrar, moverse. Vamos, creo yo (llámenme loca).

En el tema académico, hay de todo. Hay alumnos que te dicen que quieren tener más clases contigo y otros que se pasan la hora hablando entre ellos, pero eso ocurre aquí y en China, o sea que tampoco es que lo quiera recalcar. Tengo alumnos desde los 12 hasta los 18 años y, aunque el año pasado probara con un 2º ESO, este año aquí me quedo con los mayores. Normalmente te escuchan, te hacen más caso y, sobre todo, atienden y están callados cuando hay que estarlo (qué poco soporto que hablen mientras yo esté hablando, me hierve la sangre y al final acabo enfadada...ahora entiendo a mis profesores). Ya he echado alguna que otra bronca por eso, incluso he llegado a escribir un rapport (lo que viene a ser un informe) por problemas de comportamiento por parte de algunos alumnos de troisième (nuestro 3º ESO). Para mí los peores con diferencia. Qué horror.
Quitando esas cosillas, les preparo actividades entretenidas (o eso creo) y normalmente en clase me lo paso bien (sobre todo con los más mayores, aunque he de decir que los más pequeños tienen su puntillo gracioso). Como mi función NO ES enseñar gramática (para eso tienen a su profesora de español), sino pronunciación, conversación y cultura, les preparo siempre actividades orales y presentaciones sobre diferentes aspectos españoles (a veces me sorprendo con sus respuestas, como esta lluvia de ideas sobre qué pensaban de España y los españoles):


Somos unos vagos, hay muchos vagabundos, Upa Dance como estilo de vida, parece ser que en Andalucía son respetuosos con el medio ambiente y del jamón, churros y paella no salimos. ¡Olé! (por favor, ojalá dejen siempre de decirme "la corrida" para decir "los toros", me suena tan tan feo :(
En realidad, siendo sincera conmigo misma, nunca voy a tener otro trabajo donde viva tan bien como en este. Normalmente, los auxiliares tenemos un horario de doce horas a la semana, pero, al menos en mi caso, esa es la semana que más trabajas. Hay semanas donde solo tienes 10 horas de clase o incluso 9. Depende. Ganamos bien (a ver, a mí me da de sobra para vivir, viajar y ahorrar al mismo tiempo, o sea que genial). Tenemos dos semanas y algo de vacaciones cada mes y medio. Me enriquezco mucho con la cultura francesa y con el sistema educativo de aquí y hablo francés todos los días. Si también tienes la suerte de hacer amistad con los auxiliares de inglés (y se dejan), podrás (como yo), practicar los dos idiomas al mismo tiempo (aunque algunos días you feel like tu parles en trois idiomas diferentes). Vamos, yo lo veo como una oportunidad buenísima :) 

(Mi Pippi contentina como yo jéee)

Llevo un mes y pico también dando clases particulares aparte para ganarme un dinerillo extra (más que por el dinero, porque tengo mucho tiempo libre, la verdad). Le doy clases de español a una mujer francesa jubilada que es más salá que na; dos horas por semana. Quitando que a través del anuncio que puse en internet me han intentado timar dos veces, lo demás bien. Pero timar hablo no de que quedamos y no se presentan, no, sino de policía de por medio. Pero bueno, eso es otro asunto. Suerte que fui avispada y todo se quedó ahí. 
También estoy más deportista que nunca y me he apuntado a zumba y a gimnasia (si mi profesor de Educación Física me viera...), ¡quién me ha visto y quién me ve! Y entre deporte, clases, fiestas, salidas, amigos nuevos, escapadas, planes con franceses, chinos y demás personas del globo terráqueo, estos meses se me han ido volando. 

Ya queda muy muy poquito para volver a casa por navidad, como el turrón, aunque antes...¡Disney y Edimburgo me esperan! (encima en plena navidad, me dará algo, veréis, veréis).
Me despido con el lugar más emblemático de Normandía, el Mont Saint-Michel.


PD: Dentro de dos días es mi santo. ¡Hasta luego, Maricarmen!

viernes, 21 de octubre de 2016

Bonnes vacances!

Unas semanas aquí y ya estamos de vacaciones, ouais !

En Francia tienen las vacaciones de Toussaint por estas fechas, dependiendo de la zona donde te encuentres (A, B o C) varían unos días arriba o abajo. Mi zona concretamente es la B, por lo que desde el pasado miércoles 19 hasta el 3 de noviembre estoy libre como un pájaro (yeaaahh!).

Las vacaciones empezaron con un regalito sorpresa. Cuando por fin conseguí hacerme de un número francés, se me estropeó mi móvil y no hubo una sola tienda en Saint-Lô que lograra arreglármelo. Cuando, con dolor de mi corazón, me decido a comprarme uno nuevo aún sin haber cobrado, resulta que el modelo que yo quería era el único que no tenían disponible. Estupendo, maravilloso. Por qué zeñó? 
Así que estos días estoy incomunicada por estas tierras normandas hasta nuevo aviso (suerte que con el ordenador sí tengo internet, ya solo faltaba que se me estropeara también. No voy a hablar muy alto, mejor lo borro).

Preparé viaje para ir a Suiza. Eh, eh, tampoco salió adelante. Qué suerte todo. 
Así que aquí estoy en mi habitación sola metida en la cama escuchando temazos de los 2000 -que son los mejores- un viernes noche (maemia, acaba de sonar "Y yo sigo aquí" de Paulina Rubio, booo) y mi bata suave, suave. Menos mal que por lo menos el otro día en mi primera clase de zumba aquí no me torcí el tobillo (hay que ver lo dramática que me gusta ser y cómo me quejo por vicio). 
¡Anda ya, que estoy mu bien!
Hoy he pasado el día con mi amigo mexicano (que me ha coronado como la española loquita) en Cherbourg y me ha encantado aún más cuando he descubierto que la ciudad fue una de las paradas del Titanic (amor infinito, buuua). Oye, que cómo me gustan los paréntesis. Y que qué pena que no pueda/sepa poner iconos aquí, ¿no?



Mientras comíamos, una señora mayor me ha preguntado si la silla estaba ocupada y ha cogido y se ha sentado con nosotros en la mesa. Tal cual. Ay, qué mal lo he pasado intentando contenerme la risa (al final acabé explotando). Una viejina (como yo digo) de 88 años sentada a nuestro lado viendo cómo yo comía (y digo "yo" porque él hacía tres horas que había acabado. Qué raro, ¿yo terminando la última de comer?). Qué salá.
El resto de las vacaciones las pasaré en París con las farzas y en Barcelona para (tachán) ir al concierto de Operación Triunfooooo. Voy a llorar de la emoción y lo sé. Ains, mi Nuria Fergó.

Y, ¿sabéis qué? El miércoles cuando empezaron las vacaciones, los profes del colegio (y cuando digo "colegio" me refiero a la ESO) me invitaron a casa de una de ellas para hacer una cena. Jope, me hizo ilusión, me sentí integrada entre ellos. Mi tutora es muy simpática; me recogió en coche y siempre está pendiente de mí. Incluso me ha invitado a su casa :)

El fin de semana pasado continué con mi "descubrimiento de Normandía" y estuve con mi compañera de piso americana en Granville. Una ciudad preciosa, con su playita y todo.




¡Ah! Y el lunes 17 tuvimos por fin la reunión de todos los asistentes en Caen (un poco tarde, por cierto). Creo que hay 18 nacionalidades distintas en la región. Desde gente de Jamaica, hasta de China, pasando por el mismo Caribe. Me impresiona el ver cómo gente de tantas partes del mundo hemos coincidido en el mismo sitio para hacer lo mismo. Nos dieron un discurso muy bonito sobre la importancia de los idiomas (y ojalá me acordara de una frase que sé que me gustó, no sé por qué no la apuntaría...). Yo sigo con mi grupito internacional de cuatro. Tan diferentes y con algo en común: enseñar español en Saint-Lô. Por qué no. Jé.
Ains, tengo que hacer mejor una entrada entera sobre todo este tema, merece más de un párrafo. Para la próxima.

De momento, os dejo aquí para no aburriros mucho. Yo sigo con mis temazos de los 2000.

Yo, perdida entre la confusión de no saber si sí o si no, voy esquivando tus miradas...

lunes, 10 de octubre de 2016

Madame

¡Tercer día de clase superado!
Ya he pasado por todos los niveles y edades: desde los 12 años hasta los 18 (y nada que ver).

De entre mis 12 horas semanales, 6 las paso en el Collège (que aquí va desde 6º de primaria hasta 3º de la ESO) y las otras 6 restantes en el Lycée (de 4º de la ESO a nuestro equivalente 2º de Bachillerato).

Para mi sorpresa, no me pongo NADA nerviosa, ¡ni en la primerísima clase! Y eso es raro, porque mira que me estreso por todo...pero tant mieux !. No sé si es el hecho de impartir las clases en mi lengua materna y no en la lengua extranjera como he hecho otras veces lo que me hace estar más tranquila y segura o qué, pero hasta incluso me veo con más autoridad de la que pensaba, ¡uuuhh! También influye el hecho de que solo tengo a la mitad de la clase conmigo, claro (el resto se queda con la profesora de español y yo me llevo a los demás a otro aula) y con una media de 12 alumnos, las clases se hacen mucho más llevaderas. Me gusta la libertad que me han dado desde el principio de poder estar yo sola en clase con ellos preparando mis propias actividades.

Noto mucho la diferencia (lógico y normal) entre unos niveles y otros. A los más pequeños de 12 y 13 años los he tenido que cambiar de sitio más de una vez ya porque no paran de hablar y, sin embargo, en las clases del instituto muchas veces da gusto. Aparte de que entienden mejor el español (también es normal, los más pequeños los pobres hay algunos que llevan solo un mes con el idioma), te dejan dar la clase sin interrupciones.
Estos días los hemos dedicado básicamente a hacer actividades orales de presentación para conocernos un poco (algunos de los pequeños se revolucionan con los juegos que les hago y me termino desesperando un poco, mais bon). Con los mayores, es todo lo contrario. A veces incluso me cuesta que participen porque les da vergüenza hablar en español y algunos aún son un poco tímidos conmigo. Unos porque hablan mucho y otros por poco. Oh là là !

PERO, he de decir que todos me toman por otra profesora más, no como "la auxiliar", me llaman Madame (¡qué gracia me hace!) y me tratan de vous. La verdad es que aquí percibo como más respeto hacia el profesor (de momento, ojalá no me hagan cambiar de opinión). Me hace gracia que los más pequeños cada vez que entran en clase te digan "holaaa" con una sonrisa de oreja a oreja, así que repito el "holaaa" no sé cuantas veces al día seguidas.


Y algo que me ha llamado mucho la atención es que el timbre entre clase y clase no es un piiiii de los que tenemos nosotros, sino que es un extracto de una canción inglesa o francesa (de actualidad, vaya) que los propios alumnos eligen. Me parece guay como idea, pero me pregunto si después cuando salgan por la noche y escuchen esa canción en los bares no les pase como con las alarmas de los móviles, que acabas maldiciendo la musiquita y no quieres escucharla ni en sueños. Mmmm...

¡Además hay un piano en el instituto! Sí, en medio del pasillo...y los alumnos en sus ratos libres se ponen allí a tocarlo y a cantar como si nada (a veces acabas un poco harta de tanta música, sobre todo cuando vives dos plantas más arriba y te quieres echar la siesta...). Me sigue sorprendiendo la cantidad de horas de clase que tienen, a lo mejor con dos horas libres entre medio (que por otra parte es comprensible, de 8 de la mañana a 6 de la tarde en el instituto, algo tendrán que descansar los pobres...), ¡pero qué paliza! 

Eso sí, la comida del comedor está genial. Qué me encanta no tener que cocinar ni pensar qué comer cada día. Vale, lo confieso: me he acostumbrado tanto de nuevo al horario francés que a las 12:30 de la mañana ya estoy hambrienta...

Sinceramente no me puedo quejar. Y me hago gracia a mí misma intentando "parecer mayor" porque efectivamente, los alumnos son más altos que yo y las chicas parecen de mi edad o más en cuanto a cuerpo, vestimenta, blabla...aunque ya estaba mentalizada de eso antes de venir, o sea que no me sorprende. Pero oye, eso de ir a clase así como que más arregladita me está funcionando :P 

De momento me está gustando todo, todo, todo. Y no paro de moverme, conocer, salir, entrar, hablar, descubrir...que al fin y al cabo, es lo que me gusta.

Y, además...¿qué me decís de los atardeceres que veo cada día desde mi ventana?



Time Square can't shine as bright as you...

jueves, 29 de septiembre de 2016

Bienvenue en Normandie !

Villafranca-Sevilla-Beauvais-París-Caen-Saint Lô. Coche, avión, autobús, tren. Para que luego digan que hoy en día con el avión se llega a cualquier sitio en nada de tiempo. ¿Y todo lo de antes y después? (icono llorando).
¡Pooooor fin he llegado a mi destino! (sana y salva).



Tras mis nervios habituales en cada vuelo (aunque cada vez un poco menos, estoy orgullosa de mí), anoche despegué en París y mis queridas amigas las farzas me fueron a buscar para pasar mi primera noche en la capital francesa. Reencuentros, vídeos, risas y jamoncito extremeño para celebrar mi llegada.

A la mañana siguiente (o sea, hoy), creo que he sacado más músculo en el brazo izquierdo que ni en un mes de gimnasio (mentira, porque ni estoy apuntada). Apenas he pasado horas, he atravesado estaciones, me he montado en trenes y autobuses para llegar por fin a mi destino: Saint-Lô (teniendo en cuenta las dos horas de transbordo en Caen, los 4 euros y pico que me han clavado en París por lo que en España comúnmente llamamos "un Cola-Cao", blabla...). Suerte que el viaje lo he compartido entre maletas y suspiros con mi compañera auxiliar americana; es gracioso hablar con alguien anglófono en francés y no en inglés, ¡primera vez!

En la estación de tren me esperaba una señora bajita y sonriente al verme llegar: mi coordinadora. ¡Qué mujer más salá! Cómo me he reído con ella (y me encanta cuando dice Badajó). Me llevó en coche al instituto y cuando empiezo a ver alumnos por todos lados y me dice que normalmente están allí de 8h a 18h me dije...¡ay, madre! 

Empezaron las presentaciones. Con sonrisa de oreja a oreja y sin acordarme de un solo nombre de los profesores dos minutos después, qué le vamos a hacer. Casualidad que hoy mismo se despedía la antigua directora y nos pusieron mil aperitivos (yo sé que lo de la directora era una excusa, que eso era más bien una fiestecilla de bienvenida para nosotras jéeee).

Y...¡nuestro apartamento! Según tengo entendido por otros compañeros auxiliares, al menos en la zona de Normandía suelen ofrecer alojamiento de los propios institutos; cosa que en París es prácticamente inexistente (o por lo menos hasta donde mis compañeras destinadas a París me han contado). Yo tengo la suerte de compartir un apartamento con la americana (no sabemos si llegará alguien más, pues hay cuatro habitaciones) y tenemos nuestra cocina, baño y saloncito. Por 160 euros al mes con todo incluido. Y cuando 160 son 160 y cuando digo con todo incluido es con todo incluido. Hasta señora de la limpieza.¡Eso en Francia es impensable! Vaya, ni en mis pisos de estudiantes en España...

Pero, pero, es que además nos han dado la cena gratis. Y el desayuno para mañana. ¡Qué alegríaaaa! Demasiado bien está saliendo todo, ¿no?
Veamos mañana cuando empecemos con los bancos, la tarjeta del móvil y la Seguridad Social Francesa...

Mais, pour l'instant...je profite bien de la vie en rose

PD: Este post se lo dedico a mi amigo Dani desde las vistas de una habitación propia, que tenía ganas de que actualizara el blog y me hizo una sorpresa muy chuli la noche antes de yo venirme. ¡Y yo esas cosas las aprecio muchísimo! ¡Norrrrrmandía!





sábado, 17 de septiembre de 2016

Papeleo que te veo

Como ya dije en las anteriores publicaciones, la idea del blog surgió a raíz de mi nuevo año en Francia enseñando español, por eso he querido plasmar en mi primera entrada cómo fue mi proceso hasta conseguir una plaza como auxiliar de conversación de español en el extranjero. Pues bien...

Parece que cuando por fin tienes asignado un destino, te olvidas un poco de todo el papeleo previo y los meses de espera que conlleva esta beca. El Ministerio de Educación suele abrir la convocatoria sobre noviembre-diciembre (y sí, la solicitas para el curso escolar siguiente). 
Durante el plazo en que la solicitud está abierta, tienes que rescatar todos aquellos certificados de (cuantos más, mejor) cursos que hayas hecho y que creías olvidados, de títulos de Grado y/o Máster, certificados de notas, de idiomas, cartas de recomendación, CV en la lengua del país para el que solicites la beca...toda una odisea (quien se haya ido de Erasmus puede hacerse a la idea también ;).

¡Importante! Esta beca va destinada a personas con estudios universitarios relacionados con los idiomas (filólogos, traductores, maestros con especialidad en lengua extranjera, estudiantes de lenguas modernas...etc). Si piensas que con un: "Me he sacado el B2 de inglés, voy a probar suerte"...prueba, prueba. 

Hay cuatro grupos de idiomas: alemán, francés, inglés e italiano (tanto Europa como fuera de Europa). Este año, el país que ha ofertado un mayor número de plazas ha sido Francia (433), seguido de Reino Unido (210) y de Alemania (110).

Una vez presentada la solicitud, hay que esperar hasta mayo-junio más o menos (si tienes suerte y eres seleccionado a la primera) para saber qué hacer con tu vida en septiembre. Después de revisar las solicitudes, esta puede ser admitida o excluida y, en el caso de ser admitida, se tiene en cuenta el baremo otorgado según méritos (expediente, títulos, certificados...).

Pues bien, en junio me enteré de que mi solicitud estaba admitida, lo cual no quería decir que tuviera plaza, sino que cumplía con los requisitos. Cuando salieron las listas definitivas, yo ocupaba el número 104 en lista de espera para países francófonos, así que intenté quitarme de la cabeza esta oportunidad, ya que no veía posibilidades ninguna.

Para mi sorpresa, en verano llamé al Ministerio un par de veces para conocer el número de la lista al que iban avisando y vi que estaba corriendo a un ritmo que no esperaba, pues mucha gente ya con plaza la estaba rechazando (¡para mi suerte!). Hasta que llegó el día y me tocó a mí. Me encontraba en Bélgica y era un 26 de agosto (para que os hagáis una idea de cómo avanzó la lista en dos meses). Suerte que llegaba a España dos días después y pude hacer a tiempo todo el papeleo que me pedían (¡sí, más!). 

Por lo pronto, nada más recibir un correo ofreciéndote plaza, tienes que aceptar o rechazar en un plazo de 24 horas (y si te pilla fuera sin internet como a mí, apáñatelas, reza y llora por hacerlo a tiempo). Finalmente, recibí este maravilloso correo


donde por fin me asignaban una plaza. Los días posteriores me los pasé leyendo la "Guía de Auxiliares de Conversación", solicitando todos aquellos documentos necesarios (teniendo muy en cuenta el plazo), buscando vuelos, hablando con la coordinadora, googleando mi destino...pero, oye, ¡qué ilusión! Por fin iba a experimentar algo que llevaba tiempo queriendo hacer: enseñar español en el extranjero.

En poco más de diez días estoy en Normandía deshaciendo las maletas de una nueva etapa :) 




miércoles, 14 de septiembre de 2016

3, 2,1...

Siempre he sido más de papel y boli (mis cientos de libretas lo confirman), pero a raíz de mi próximo año escolar en Francia como auxiliar de conversación de español, me he animado a ir compartiendo esta experiencia en un blog (quizá así consigo hacer un poco las paces con las nuevas tecnologías...).

¡Pues bien! En principio iré contando cómo funciona esta beca para todos aquellos que puedan estar interesados en solicitarla (o que simplemente quieran enterarse de qué es, hay que saber de todo en esta vida), pero conociéndome, no creo que me centre únicamente en este tema.

Contaré además experiencias, viajes, hablaré de gente y "ex-gente" y de todo lo que me ronde por la cabeza (que no es poco). Bueno, todo, todo...

¿Despegamos?





lunes, 12 de septiembre de 2016

This is me!

Soy zurda, aries y extremeña. 
Estudié Traducción e Interpretación de inglés y francés y adoro viajar, aunque me puede el miedo cada vez que me monto en un avión.
Me encanta mi cumpleaños; sin embargo, siempre me echan menos edad de la que tengo.
Irme de Erasmus y de Au Pair han sido dos de las mejores experiencias que he vivido.
Este año empiezo mi aventura como Auxiliar de conversación de español en Francia, razón por la que me he animado a comenzar este blog.
Me gusta escribir y leer, aunque me aburren los libros gordos. 
Cada año vivo en un sitio diferente. Mi cámara de fotos viene conmigo a todos lados. 
Me encanta moverme, el chocolate caliente, conocer, planear, el verano, reírme, hablar, la navidad, estar fuera de casa.
Odio el frío, la lluvia, las bebidas con gas, la gente tóxica, las agujas, el café, las faltas de ortografía.

¡Ah! Y me llamo Inma, para los que no me conozcáis... :)