martes, 6 de diciembre de 2016

¿Ya ha pasado tanto tiempo?

Ya mismo se acaba un trimestre y como el tiempo pasa más rápido de lo que me gustaría, quería hacer un poco de balance de lo que está siendo esta experiencia. Hace nada más y nada menos que dos meses y algo que llegué aquí a intentar conseguir que los francesitos hablasen español (conseguido o no, ¡pero ah!).


El viernes que viene ya empiezan las vacaciones de navidad, que han llegado en un abrir y cerrar de ojos. Si hago memoria de cómo han sido mis primeros meses aquí (que supuestamente suelen ser los más difíciles por eso de que tienes que adaptarte y tal, pero yo no lo he notado), pesan más las cosas positivas (¿o será que la positiva soy yo, que siempre he intentado verle el lado bueno a todo?). Bref, qué bien que me dieran esta oportunidad. 

Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes,está claro, aunque la única pega así que le encuentro a esto es que me hubiera gustado que la ciudad que me ha tocado fuera más grande, pero vaya, que al fin y al cabo siempre me "busco las papas" para tener planes aquí y allá (es lo que tiene ser un poco culo inquieto, que un día entero en casa puede significar la muerte a pellizcos). 
De todos modos, pasar otro año fuera de tu país significa conocer, viajar, visitar, encontrar, moverse. Vamos, creo yo (llámenme loca).

En el tema académico, hay de todo. Hay alumnos que te dicen que quieren tener más clases contigo y otros que se pasan la hora hablando entre ellos, pero eso ocurre aquí y en China, o sea que tampoco es que lo quiera recalcar. Tengo alumnos desde los 12 hasta los 18 años y, aunque el año pasado probara con un 2º ESO, este año aquí me quedo con los mayores. Normalmente te escuchan, te hacen más caso y, sobre todo, atienden y están callados cuando hay que estarlo (qué poco soporto que hablen mientras yo esté hablando, me hierve la sangre y al final acabo enfadada...ahora entiendo a mis profesores). Ya he echado alguna que otra bronca por eso, incluso he llegado a escribir un rapport (lo que viene a ser un informe) por problemas de comportamiento por parte de algunos alumnos de troisième (nuestro 3º ESO). Para mí los peores con diferencia. Qué horror.
Quitando esas cosillas, les preparo actividades entretenidas (o eso creo) y normalmente en clase me lo paso bien (sobre todo con los más mayores, aunque he de decir que los más pequeños tienen su puntillo gracioso). Como mi función NO ES enseñar gramática (para eso tienen a su profesora de español), sino pronunciación, conversación y cultura, les preparo siempre actividades orales y presentaciones sobre diferentes aspectos españoles (a veces me sorprendo con sus respuestas, como esta lluvia de ideas sobre qué pensaban de España y los españoles):


Somos unos vagos, hay muchos vagabundos, Upa Dance como estilo de vida, parece ser que en Andalucía son respetuosos con el medio ambiente y del jamón, churros y paella no salimos. ¡Olé! (por favor, ojalá dejen siempre de decirme "la corrida" para decir "los toros", me suena tan tan feo :(
En realidad, siendo sincera conmigo misma, nunca voy a tener otro trabajo donde viva tan bien como en este. Normalmente, los auxiliares tenemos un horario de doce horas a la semana, pero, al menos en mi caso, esa es la semana que más trabajas. Hay semanas donde solo tienes 10 horas de clase o incluso 9. Depende. Ganamos bien (a ver, a mí me da de sobra para vivir, viajar y ahorrar al mismo tiempo, o sea que genial). Tenemos dos semanas y algo de vacaciones cada mes y medio. Me enriquezco mucho con la cultura francesa y con el sistema educativo de aquí y hablo francés todos los días. Si también tienes la suerte de hacer amistad con los auxiliares de inglés (y se dejan), podrás (como yo), practicar los dos idiomas al mismo tiempo (aunque algunos días you feel like tu parles en trois idiomas diferentes). Vamos, yo lo veo como una oportunidad buenísima :) 

(Mi Pippi contentina como yo jéee)

Llevo un mes y pico también dando clases particulares aparte para ganarme un dinerillo extra (más que por el dinero, porque tengo mucho tiempo libre, la verdad). Le doy clases de español a una mujer francesa jubilada que es más salá que na; dos horas por semana. Quitando que a través del anuncio que puse en internet me han intentado timar dos veces, lo demás bien. Pero timar hablo no de que quedamos y no se presentan, no, sino de policía de por medio. Pero bueno, eso es otro asunto. Suerte que fui avispada y todo se quedó ahí. 
También estoy más deportista que nunca y me he apuntado a zumba y a gimnasia (si mi profesor de Educación Física me viera...), ¡quién me ha visto y quién me ve! Y entre deporte, clases, fiestas, salidas, amigos nuevos, escapadas, planes con franceses, chinos y demás personas del globo terráqueo, estos meses se me han ido volando. 

Ya queda muy muy poquito para volver a casa por navidad, como el turrón, aunque antes...¡Disney y Edimburgo me esperan! (encima en plena navidad, me dará algo, veréis, veréis).
Me despido con el lugar más emblemático de Normandía, el Mont Saint-Michel.


PD: Dentro de dos días es mi santo. ¡Hasta luego, Maricarmen!

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