viernes, 21 de octubre de 2016

Bonnes vacances!

Unas semanas aquí y ya estamos de vacaciones, ouais !

En Francia tienen las vacaciones de Toussaint por estas fechas, dependiendo de la zona donde te encuentres (A, B o C) varían unos días arriba o abajo. Mi zona concretamente es la B, por lo que desde el pasado miércoles 19 hasta el 3 de noviembre estoy libre como un pájaro (yeaaahh!).

Las vacaciones empezaron con un regalito sorpresa. Cuando por fin conseguí hacerme de un número francés, se me estropeó mi móvil y no hubo una sola tienda en Saint-Lô que lograra arreglármelo. Cuando, con dolor de mi corazón, me decido a comprarme uno nuevo aún sin haber cobrado, resulta que el modelo que yo quería era el único que no tenían disponible. Estupendo, maravilloso. Por qué zeñó? 
Así que estos días estoy incomunicada por estas tierras normandas hasta nuevo aviso (suerte que con el ordenador sí tengo internet, ya solo faltaba que se me estropeara también. No voy a hablar muy alto, mejor lo borro).

Preparé viaje para ir a Suiza. Eh, eh, tampoco salió adelante. Qué suerte todo. 
Así que aquí estoy en mi habitación sola metida en la cama escuchando temazos de los 2000 -que son los mejores- un viernes noche (maemia, acaba de sonar "Y yo sigo aquí" de Paulina Rubio, booo) y mi bata suave, suave. Menos mal que por lo menos el otro día en mi primera clase de zumba aquí no me torcí el tobillo (hay que ver lo dramática que me gusta ser y cómo me quejo por vicio). 
¡Anda ya, que estoy mu bien!
Hoy he pasado el día con mi amigo mexicano (que me ha coronado como la española loquita) en Cherbourg y me ha encantado aún más cuando he descubierto que la ciudad fue una de las paradas del Titanic (amor infinito, buuua). Oye, que cómo me gustan los paréntesis. Y que qué pena que no pueda/sepa poner iconos aquí, ¿no?



Mientras comíamos, una señora mayor me ha preguntado si la silla estaba ocupada y ha cogido y se ha sentado con nosotros en la mesa. Tal cual. Ay, qué mal lo he pasado intentando contenerme la risa (al final acabé explotando). Una viejina (como yo digo) de 88 años sentada a nuestro lado viendo cómo yo comía (y digo "yo" porque él hacía tres horas que había acabado. Qué raro, ¿yo terminando la última de comer?). Qué salá.
El resto de las vacaciones las pasaré en París con las farzas y en Barcelona para (tachán) ir al concierto de Operación Triunfooooo. Voy a llorar de la emoción y lo sé. Ains, mi Nuria Fergó.

Y, ¿sabéis qué? El miércoles cuando empezaron las vacaciones, los profes del colegio (y cuando digo "colegio" me refiero a la ESO) me invitaron a casa de una de ellas para hacer una cena. Jope, me hizo ilusión, me sentí integrada entre ellos. Mi tutora es muy simpática; me recogió en coche y siempre está pendiente de mí. Incluso me ha invitado a su casa :)

El fin de semana pasado continué con mi "descubrimiento de Normandía" y estuve con mi compañera de piso americana en Granville. Una ciudad preciosa, con su playita y todo.




¡Ah! Y el lunes 17 tuvimos por fin la reunión de todos los asistentes en Caen (un poco tarde, por cierto). Creo que hay 18 nacionalidades distintas en la región. Desde gente de Jamaica, hasta de China, pasando por el mismo Caribe. Me impresiona el ver cómo gente de tantas partes del mundo hemos coincidido en el mismo sitio para hacer lo mismo. Nos dieron un discurso muy bonito sobre la importancia de los idiomas (y ojalá me acordara de una frase que sé que me gustó, no sé por qué no la apuntaría...). Yo sigo con mi grupito internacional de cuatro. Tan diferentes y con algo en común: enseñar español en Saint-Lô. Por qué no. Jé.
Ains, tengo que hacer mejor una entrada entera sobre todo este tema, merece más de un párrafo. Para la próxima.

De momento, os dejo aquí para no aburriros mucho. Yo sigo con mis temazos de los 2000.

Yo, perdida entre la confusión de no saber si sí o si no, voy esquivando tus miradas...

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